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#1
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certificaciones sap
si bien una cerficacion de sap supuestamente demuestra que tienes conocimiento en lo que te certificas, dejenme decirles que despues de tantos años trabajando con sap y pasando por todos los puestos, desde consultor senior hasta hoy en dia project leader de sap en mexico que alguien me venga con una certificacion sap no es garantia para mi de que sepa. Yo tengo solamente una certificacion de sap porque las veces que tuve la posibilidad de rendir las academias siempre me encontre en proyecto, y lo que hace al conocimiento es la practica, no la teoria.
Las academias de sap y los cursos de sap si bien te dan una nocion general pero es todo en base a ejemplos que ya tienen prearmados en sus bases de datos, cuando vas a un cliente y tenes que resolver un problema ahi es donde se demuestra realmente el conocimiento que tenes o no. Yo nunca pido que la gente que trabaja conmigo en los proyectos me presenten esas certificaciones, de hecho los mejores consultores que yo conozco no las tienen y ninguno de los clientes con los que trabaje lo ha pedido. |
#2
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En mi humilde opinion, el solo hecho de publicar tu historia ya te hace una ganadora. soy totalmente novato en SAP pero estoy muy seguron que si continuas siendo constante lograras la certificacion y mucho mas en la vida.
Saludos y mucha suerte. |
#3
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Animo sólo recuerda que muchas cosas que no siempre son el resultado de los exitos también tenemos que aprender de los fracasos que no son más que ostaculos que impiden llegar a la cima, pero cuado lo estás tu gloria es armoniosas...
No te desanimes y continua en tu lucha, cómo lo hacemos todos, día con día.. Te mando un abrazo,,, Cuidate.
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Alfredo G. Tello Consultor SAP/MM & SD Tel. Of. +52(045) 722 2608 75 76 |
#4
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Estimada Diablilla,
En México si existe la posibilidad en muchas empresas de contratar gente sin experiencia, la experiencia se adquiere en el campo laboral y eso es lo importante, no declines y sigue preparándote para tu certificación mientras adquieres la experiencia necesaria para tu certificación. El simple hecho de presentar el examen ya te hace una persona competente muy por arriba de los demás. Animo y suerte !!!
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Shenciso Coordinador de sistemas SAP R/3 Corporativo Corvi, S.A. de C.V. |
#5
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Ánimo... la certificación no lo es todo
Amiga! No te preocupes. Una certificación no lo es todo en la vida. En todos los lugares donde he estado no la piden. Al consultor lo hace su experiencia, el saber implementar, arreglar las cosas, el tino con los clientes, etc., no una tarjeta o carta.
Ponle pilas no más y no te desanimes!! Desde Chile te mando muuuuuuuuuuuuuuucho ánimo, suerte y éxito. Saludos. Rodrigo |
#6
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Hola en vez de divulgar tu problema, te suguiero te prepares más para pasar, además de leer y practicar que es lo que da la experiencia y conocimiento
te mando un saludo
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Alfredo G. Tello Consultor SAP/MM & SD Tel. Of. +52(045) 722 2608 75 76 |
#7
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Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo. Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada. El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: - No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación- Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino... De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIÉN PASARA”. Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: -Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje. -¿Qué quieres decir? –Preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida. -Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo: -Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas. |
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